En esta época del año los profesores deben tomar la decisión con algunos alumnos de repertir curso. Es una decisión importante que afecta no solamente al alumnado también a las familias. Para ambos, profesionales y familias, les propongo las siguientes orientaciones.
1º. La repetición de curso (o más técnicamente la decisión de promocionar o no) solo puede ser una medida pedagógica que busque lo mejor para el alumno. No puede plantearse esta decisión como un castigo final. Es una decisión difícil y dolorosa para todos, también para los educadores. Decidir la repetición, como decidir la promoción, si no se hace con criterios educativos, será siempre una decisión irresponsable.
2º. Los criterios o referencias pedagógicas que deben ayudar a adoptar la decisión de repetir son fundamentalmente tres:
- Que al permanecer un año más en ese ciclo educativo haya ciertas garantías de que el alumno va a conseguir los objetivos previstos para ese ciclo. Si no todos los objetivos, sí quizás la mayoría.
- Que al pasar de curso, el alumno o alumna, no se encuentra en condiciones de afrontar con ciertas garantías los objetivos del nuevo curso. Su retraso escolar es tal, que no estará en condiciones de abordarlo.
- Que la decisión no afecte significativamente a su integración social. Digo “significativamente”. A cualquier niño le supone una dificultad cambiar de grupo, pero la mayoría suelen integrarse bien en la nueva clase. Este criterio toma especial relevancia con los alumnos con necesidades educativas especiales.
3º. A las familias hay que consultarles antes de tomar la decisión para recabar su opinión y la información que quieran aportar. Cuando la decisión se adopte, se les debe informar y explicar los motivos. Considero que a los alumnos, a partir de los 8 años también se les puede explicar la decisión, para que comprendan por sus mismos profesores, que no es un castigo, sino una medida de ayuda.
4º. La repetición de curso no puede ser “más de lo mismo”. La decisión debe ir acompañada de un plan de intervención, de manera que se incorporen algunas medidas que refuercen esta decisión.
5º. Algunas familias proponen realizar un “curso intensivo” durante las vacaciones, que según ellos, garantizará la puesta al día de los alumnos. En el caso de Primaria al menos, esto es solo una ilusión. En dos meses es imposible que un alumno asimile y se ponga al día de lo que se ha realizado en nueve meses. Salvo casos excepcionales, como chicos que estuvieron enfermos o que no pudieron asistir a clase, esta medida es inviable.
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